ODONTOPEDIATRIA

¿Cuándo debe ser la primera visita al dentista?

ODONTOPEDIATRIA

La Odontopediatría es la especialidad de la odontología que comprende el cuidado de los pacientes desde el vientre materno hasta el último año escolar. Su enfoque principal es la prevención, ya que con un correcto asesoramiento se puede lograr que los niños lleguen a la etapa adulta libres de caries y con los dientes alineados. Es por ello, que lo ideal es que lleven a sus hijos al odontólogo cuando empiezan a erupcionar los primeros dientes.

Desde pequeños debemos iniciar la limpieza de las encías después de cada toma. Para ello, se puede usar una gasa humedecida. Luego, a la aparición de los dientes de leche se puede recurrir al cepillo sin utilizar pasta dental al menos hasta los dos años de edad. A partir de esa edad, sí se puede colocar una pequeña cantidad de dentífrico con bajo contenido en flúor.

Como padres, es importante motivar a nuestros hijos a realizar una correcta higiene bucal desde que son infantes para que logren mantener buenos hábitos que serán beneficiosos para el resto de su vida. Es por ello, que es importante acudir a una clínica odontológica de confianza para que nuestros hijos puedan atenderse con un profesional y lograr resultados óptimos y sobre todo beneficiosos para el paciente. En Liandent contamos con un completo staff de odontólogos especializados que junto con la mano de los padres lograrán mantener una correcta salud dental en los pequeños pacientes. Además, para hacer más grata la visita de los pequeños de la casa, en nuestra clínica contamos con una increíble área de juegos que motivará a los niños a sentirse en confianza con su doctor.

Buscando la sonrisa perfecta desde chicos

Establecer buenos hábitos de higiene bucal desde pequeños es el primer paso para tener dientes sanos hasta la adultez. El cuidado dental es un hábito que se aprende desde la infancia y que perdurará en el tiempo. Los dientes y encías bien cuidados ayudan a los niños a mantener una buena salud a nivel general, no únicamente bucal. Es por ello que es fundamental comenzar desde pequeños a inculcarles el hábito, incluso antes de que les salga su primer diente.

Algunos tips para ayudar a que los más chiquitos tengan una sonrisa sana y de una manera fácil:

– Utilizar una pasta dental con sabor agradable: la mayoría de las pastas dentales habituales pueden ser consideradas muy fuertes o desagradables por los niños. Para evitarlo, usar sabores que sean agradables para el paladar de ellos y en pequeñas cantidades.

– Involucrarlos en la elección del cepillo: existen diferentes cepillos para todas las etapas de la niñez, con diferentes características, desde sus personajes favoritos hasta con luces “láser” para indicar el tiempo correcto de cepillado.

– Ser el ejemplo: Una buena opción es realizar el cepillado junto a ellos para que puedan ver cómo lo hacen e intenten copiarlos. Esto lo ayudará a familiarizarse con el proceso.

– Encontrar el momento adecuado: es importante generarles el hábito para que luego lo incorporen naturalmente. Después de la cena o la hora del baño pueden ser momentos clave en los que comenzar el proceso.

– Ayudarlos durante el cepillado: los más chiquitos no tienen la destreza manual necesaria para realizar el trabajo minuciosamente. Es por eso que es importante ayudarlos y guiarlos hasta que se acostumbren y puedan hacerlo solos.

– Visitar al odontólogo: deben comenzar a partir del primer año de vida para poder controlar la salud de los dientes y de las encías como también el crecimiento de las mandíbulas y el rostro.

Cuida la salud dental de tu familia

Claves para una salud bucal óptima en familia.
1.- Educa a los niños. Contar con un hábito positivo en la limpieza de la boca influye mucho en los resultados que se obtengan años después. Habla con los más pequeños sobre el tema y hazles ver lo que acarrea no cuidarse.

2.- Usa sellador dental. El sellador dental es un elemento clave, aunque quizás no cuenta con una alta popularidad. No por eso lo evites, pues es más que recomendado por los especialistas.

3.- Usa dentríficos ricos en flúor. Es el elemento que tiene mayor peso al momento de combatir las caries y el mal aliento.

4.- Dos complementos importantes. Cepillo e hilo dental. Es la práctica fundamental para la limpieza de los dientes.

5.- Enjuaga la boca después de comer. El final perfecto. Esta solución suele acabar con lo que queda, no solo residuos sino que ataca la placa bacteriana.

6.- Usa protector bucal. Esto es obligatorio para las personas que practican deportes de contacto, no solo aquellas que tengan que ver con el boxeo o las artes marciales, también es aconsejable para los que juegan baloncesto.

7.- No fumes. Por el bien de todo tu organismo. El tabaquismo es una fuente muy común de cáncer, entre otra serie de enfermedades, así que tu cuerpo agradecerá que elimines este vicio, si es que lo practicas.

8.- Cuidado con lo que comes. Por naturaleza, nuestros dientes deben ser fuertes, pero existen alimentos que, sin darnos cuenta, los lastiman. El hielo es uno de ellos.

9.- Evita el exceso de azúcar. En el caso de las golosinas, las que mayor cantidad contienen, lo mejor es saber controlarse e ingerirlas en pequeñas cantidades o solo en ocasiones especiales.

10.- Visitas al Odontólogo. Pase lo que pase, debes acudir con el Odontólogo o Dentista por lo menos dos veces al año. Si padeces alguna enfermedad en la boca, él te dirá qué hacer y a cuál tratamiento someterte.

Cuidados en la ortodoncia

¿Molestias iniciales? al colocarse el aparato de ortodoncia, tanto los labios como las paredes interiores de los carrillos van a rozar con los brackets y existe un riesgo significativo de que puedan producirse llagas y rozaduras molestas. Para evitarlo, es conveniente utilizar una cera especial para ortodoncia que facilitará el deslizamiento de las mucosas y los labios.

¿Rotura de algún componente? no es frecuente, pero siempre cabe la posibilidad de que alguno de los componentes del aparato (brackets, arco u otros) puedan romperse, En tal caso debe solicitarse una consulta inmediata con el ortodoncista para que éste proceda a su reparación.

Alimentación: mientras dure el tratamiento de ortodoncia se debe evitar comer alimentos duros, como frutos secos, corteza de pan, semillas o caramelos; además de tener cuidado con las frutas y hortalizas que tienen hueso. También hay que suprimir los alimentos blandos, pegajosos y azucarados, como es el caso de los chicles, golosinas, etc.

Higiene oral: los portadores de aparatos de ortodoncia deben ser muy meticulosos con la limpieza dental, ya que presentan un riesgo aumentado de que se acumule la placa bacteriana y, como consecuencia, se produzcan problemas como caries, gingivitis, mal aliento, etc.

 

 

La importancia el cuidado dental pediátrico

La buena higiene bucal comienza en los primeros años de vida. Ya sea que amamante o alimente a su hijo con biberón, debe comenzar a incorporar algún tipo de régimen de higiene dental lo antes posible. Antes de que erupcione el primer diente, limpie las encías con una gasa o un paño suave y húmedo. Una vez que los dientes comiencen a salir, manténgalos limpios. Usar las herramientas correctas es fundamental para este ritual diario. Por ejemplo, es importante comprar un cepillo dental diseñado especialmente para bebés, que tendrá un cabezal más chico, apto para sus bocas pequeñas.

Si aún no lo ha hecho, asegúrese de que su hijo/a visite al dentista por primera vez cuando tenga de uno a dos años de edad. Su odontopediatra mantendrá saludables los dientes de su hijo/a removiendo la acumulación de placa y restos de alimentos que puedan quedar entre sus dientes. Ésta es una parte importante del cuidado dental, porque evita que las bacterias sigan creciendo, lo cual en última instancia puede provocar otras enfermedades dentales como la caries o la inflamación de las encías. Haga que las visitas periódicas al odontopediatra sean una aventura divertida que siempre termine con algún tipo de recompensa saludable para los dientes.

Consejos de cuidado de un profesional

Un odontopediatra profesional le brindará consejos de experto sobre cómo cuidar los dientes de su hijo/a en su casa. Los consejos generalmente incluyen la manera correcta de cepillar y pasar hilo dental en los dientes de su hijo/a e información adicional basada en el problema dental específico que tenga su hijo/a.

 

¿Cuándo comenzar una higiene oral apropiada en los niños?

Muchos padres quieren saber: ¿a qué edad debería comenzar a cepillar y usar hilo dental en los dientes de mis hijos? Una buena regla es comenzar el uso del hilo dental tan pronto como los dientes del niño estén en contacto entre sí, generalmente alrededor de la edad de dos a tres años.

Una vez que los dientes alcancen este punto, las partículas de comida pueden quedar atrapadas entre los dientes y propiciar el crecimiento de bacterias y el desarrollo de la placa. No todos los niños necesitan utilizar hilo dental a esta edad; entonces, debe consultar a su odontólogo, sin embargo, la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) recomienda a los padres cepillar los dientes de sus niños pequeños dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves especialmente diseñado para niños pequeños con bocas pequeñas y encías delicadas. Los cuidados bucales pueden comenzar antes de que salgan los dientes. La AAP recomienda que, después de alimentar al bebé, los padres limpien las encías con una toalla suave o un cepillo de dientes de bebé usando únicamente agua (sin crema dental).

Igualmente, puede utilizar un limpiador recomendado por un odontólogo. Una vez que un niño alcance los 12 meses de edad, comience a cepillar cualquier diente que haya salido dos veces al día. Algunos dentistas recomiendan usar una crema dental sin flúor antes de que el niño alcance los dos años de edad, pero consulte con su odontólogo para cerciorarse. Agua y un cepillo de dientes apropiado para la edad pueden ser suficientes.Una vez que los niños alcanzan la edad de dos años, motívelos a cepillar sus propios dientes. Sin embargo, los padres deben continuar vigilantes y cepillarlos de nuevo para cerciorarse de que los dientes hayan quedado limpios.

7 malos hábitos para tus dientes

1- Tus dientes no sirven para abrir botellas
Esto lo habrás visto en alguna ocasión, esto es algo que no debes hacer nunca si quieres cuidar a tus dientes.

2- Los dientes cortan comida, nada más.
No hilo, ni etiquetas de ropa. Los dientes cortan comida, por algo se inventaron las tijeras.

3- Los lapiceros y bolígrafos no se muerden.
¿Sabes la cantidad de bacterias que tiene un lápiz o un bolígrafo?. Piensa la cantidad de veces que lo tocas, que se cae al suelo, que los demás lo tocan… No es por estar obsesionados por la higiene, pero eso no se debe hacer.

4- Uñas decapitadas
Las uñas no se muerden, a ese problema se llama onicofagia. Las uñas al igual que un bolígrafo o lápiz tiene multitud de bacterias que puede provocarnos alguna infección e incluso malformación dental. Cuidado con éste mal hábito para tus dientes.

5- El palillo no sirve para sacarse la comida de los dientes

El palillo es un cubierto, no un accesorio de higiene dental. Para sacar la comida que en ocasiones se queda entre los dientes hay dos opciones: el hilo o seda dental y los cepillos interdentales. Depende del hueco que tengamos entre nuestros dientes, podremos utilizar uno u otro o los dos combinados.

6- Los piercings orales
La moda de ponerse piercings en la lengua o labios puede ocasionar problemas muy serios en nuestros dientes y boca. Desde infecciones, problemas en los nervios y músculos de la lengua, retracción de encías, etc.

7- Fumar
El tabaco es el peor hábito que podemos tener para nuestros dientes y para nuestro cuerpo en general. No solo destruye pulmones, faringe, y demás órganos, tu salud dental también se ve afectada por este mal hábito. Desde amarillear los dientes y provocar más sarro en ellos, hasta el cáncer oral.

 

¿Por qué elegir un especialista en ortodoncia?

Odontólogo (o dentista)
Es un licenciado que ha estudiado 5 años en la universidad. Aprendiendo como tratar todos los problemas dentales de forma general. Ha realizado un número determinado de empastes, extracciones, prótesis etc, pero normalmente no ha realizado ningún tratamiento de ortodoncia en pacientes durante esos 5 años.

Ortodoncista
Es un odontólogo o dentista, que después de los 5 años de licenciatura decide continuar su formación y especializarse en Ortodoncia.

Para ello debe cursar 3 años más de formación universitaria o posgrado a tiempo completo: formación teórica y práctica. Realizando, durante esos 3 años, un gran número de tratamientos de ortodoncia a pacientes que acuden a la clínica universitaria. Todo ello supervisado por profesionales ortodoncistas con experiencia.

¿Qué ganas tú si tu tratamiento de ortodoncia lo realiza un ORTODONCISTA ESPECIALISTA?

SEGURIDAD: porque un ortodoncista tiene experiencia tratando pacientes de ortodoncia en la universidad antes que en la clínica
TRANQUILIDAD: porque cuando las cosas van bien todos pueden poner un aparato, pero cuando algo se complica, hay que tener la formación suficiente para saber resolver los posibles problemas que pueden surgir durante el tratamiento.
BUENOS RESULTADOS: porque un ortodoncista se dedica única y exclusivamente a realizar tratamientos de ortodoncia.

¿Cómo saber si necesitas ortodoncia?

¿Cuáles son las señales que pueden indicar que necesitas ponerte ortodoncia?

-Mordida abierta: se da cuando, al cerrar la boca, no hay contacto entre algunos dientes superiores con sus homólogos inferiores. Puede provocar problemas para morder bien, tensión excesiva en la mandíbula y desgaste de las muelas.
-Mordida cruzada: en general, nos referimos a esta patología cuando la mandíbula inferior o los mismos dientes inferiores aparecen desplazados, ya sea hacia los lados o hacia delante. La mordida cruzada puede hacer que las encías se retraigan o provocar pérdida de dientes. En casos severos también puede provocar problemas estéticos en la cara.
-Sobremordida: La sobremordida se da cuando las piezas dentales superiores cubren por completo las inferiores. La sobremordida puede provocar apiñamiento inferior, problemas en las encías y desgaste de los dientes.

– Dientes apiñados: si nuestros dientes se sobreponen uno encima de otro decimos que están apiñados. Lejos de ser solo un defecto estético, también puede provocar tensión mandibular y hacer que se acumule la placa bacteriana.
-Diastema o dientes separados: el caso opuesto se da cuando algunas piezas dentales están muy separadas entre sí. En este caso, podemos tener una propensión a acumular comida entre los dientes y también tener problemas en las encías.

Requisitos para un blanqueamiento dental

 

Todos los pacientes que decidan hacerse un blanqueamiento dental deberán cumplir los siguientes requisitos para poder someterse a esta práctica:

-Tener las superficies de los dientes limpias y exentas de placa bacteriana.
-Se deberá mantener una higiene bucodental muy cuidada.
-Tener sanas las encías.
-No debe tener caries, infecciones así como tampoco podrá presentar obturaciones filtradas.
De esta forma queda claro que un blanqueamiento dental no es apto para cualquier paciente. Por lo que en aquellos casos que la persona presente alguna situación de las que hemos comentado será necesario que arreglar la problemática de forma previa.

Casos en los que no se recomienda el blanqueamiento dental

-Mujeres embarazadas o en período de lactancia.
-Si los dientes presentan fisuras profundas.
-En menores de 13 años (antes de la erupción de los dientes permanentes).
-Y si se tiene hipersensibilidad dental.