Salud bucal y diabetes

Los problemas de salud oral pueden ser más serios cuando usted tiene diabetes, incluyendo la caries dental; enfermedad de encías; infección y demora en la cicatrización; disfunción de la glándula salival; infecciones fúngicas; discapacidad del sentido del gusto y más.

Los niveles altos de glucosa en su saliva pueden ayudar a estimular bacterias, por lo que asegúrese de cepillarse y utilizar seda dental regularmente. Una vez se haya acumulado la placa sobre sus dientes y la línea de encías, ésta puede causar una inflamación crónica y una infección en su boca, así que usted necesita tener limpiezas y chequeos regulares.

Visite su dentista si usted observa que sus encías sangran fácilmente, están inflamadas, sensibles o rojas, se salen de sus dientes; si hay pus entre sus dientes y encías o si constantemente tiene mal aliento o mal sabor en su boca; si tiene dientes permanentes que están flojos o separados o si hay un cambio en su mordida o la forma en que sus dientes se ajustan.

Beneficios de tener la boca sana

Actualmente ya constituye una necesidad, tanto individual como social, el poder disfrutar de una adecuada salud bucal. Estos son algunos beneficios de tener una boca sana.

Nos libera de las sensaciones de dolor que pueden comportar las enfermedades bucales que se producen si no tenemos un correcto cuidado.

Eliminamos un foco potencial que genera enfermedades en otros órganos del cuerpo.

Acrecienta nuestra autoestima y facilita las relaciones interpersonales. ¿Quién no quiere poder verse a si mismo con un aspecto de persona cuidada, sana y con buena presencia? ¿Qué nos resulta más agradable, tener delante a una persona con una bonita dentadura y una sonrisa agradable o lo contrario?  ¿Cómo nos “vendemos” mejor y resultamos mas agradables a los demás? Hoy en día ya es inadmisible socialmente, en nuestros trabajos, en nuestros círculos de amistades, etc, presentarse con aspecto de persona abandonada.

 

Las consecuencias de morderse las uñas

Uno de los efectos de morderse las uñas es el desgaste de las piezas dentales. Y, si llevamos restauraciones, coronas dentales o prótesis sobre implantes, morder las uñas puede hacer fracturar la porcelana de las mismas.

En los dientes naturales, las consecuencias se dan sobre todo en los incisivos superiores e inferiores. Comerte las uñas, puede provocar microtraumatismos que desprenden de forma imperceptible partículas del esmalte. Lo cual hace que los dientes se vayan recortando, fisurando y desgastando con el tiempo.

También afecta en otros sentidos: puede provocar apiñamiento dental, debido a la presión que se ejerce sobre la dentadura. ¿Cuál es la solución? Si has intentado deshacerte del hábito a toda costa y no lo has conseguido, puede que la ortodoncia sea tu mejor solución.

Además de los efectos adversos que puede causar en los dientes también puede reportar los siguientes problemas:

  • Lesiones en las encías: Provocan enfermedad de las encías (gingivitis, inflamación) y periodontitis (inflamación y sangrado de la encía, también mal aliento).
  • Alteración de la mandíbula: La posición forzada de la mandíbula al morder y masticar puede alterar la articulación temporomandibular y ocasionar dolor.

Ahora ya sabes, antes de morderte las uñas piénsalo bien.

 

¿Cómo sé si tengo una caries?

Sólo su dentista puede determinar con seguridad si tiene una caries. Esto se debe a que las caries se desarrollan debajo de la superficie del diente, donde no puede verlas. Cuando ingiere alimentos que contienen carbohidratos (azúcares y almidones), las bacterias de la placa los consumen y producen ácidos que destruyen el diente. Con el tiempo, el esmalte dental comienza a desmineralizarse y así se forma una caries.

Las caries son más proclives a desarrollarse en las fosas de las superficies de masticación de los dientes posteriores, entre los dientes y cerca de la encía. Sin embargo, independientemente de dónde aparezcan, el mejor modo de localizarlas y tratarlas antes de que se agraven es visitar al dentista y someterse a revisiones o controles regulares.

¿Cómo puedo ayudar a prevenir las caries?

  • Cepíllese los dientes por lo menos dos veces al día, utilice hilo dental y enjuague bucal diariamente.
  • Sométase a revisiones dentales periódicas.
  • Lleve una dieta equilibrada restringida en alimentos con almidones o azúcares.
  • Utilice productos dentales que contengan flúor, incluida la pasta de dientes.

El cepillado correcto de dientes mejora tu salud bucal

El correcto cepillado de dientes es primordial para mejorar tu salud bucal. Liandent te da las siguientes recomendaciones para cepillarte adecuadamente y lograr una sonrisa sana y hermosa.

1. Para cepillar la cara externa de los dientes, coloca el cepillo de forma horizontal y realiza un movimiento vertical, de arriba abajo, tanto en los dientes inferiores como en los superiores.

2. Para limpiar la cara interna de los dientes, se debe cepillar desde la encía hacia afuera. Coloca el cepillo de manera horizontal y barre hacia afuera.

3. La superficie de zona de masticado se caracteriza por tener pequeños surcos donde se instala la placa bacteriana, por ello hay que pones especial atención a la hora del cepillado. Realiza movimientos circulatorios para que las cerdas penetren en las fisuras de las muelas, tanto en las superiores como en las inferiores.

4. No olvides pasar el cepillo por tu lengua para eliminar bacterias. Algunos cepillos tienen en la cara exterior un limpiador de lengua.

Consejos de higiene dental con ortodoncia

La higiene bucal en pacientes con ortodoncia es un hábito al que se debe prestar especial atención. De este modo, impediremos que la placa bacteriana se acumule alrededor del aparato, evitando contratiempos y optimizando el tratamiento. Les contamos cómo:

  1. Cepillo dental. Es fundamental para remover la placa bacteriana. Debe hacerse de forma exhaustiva y al menos entre dos y tres veces al día. Lo ideal es seguir una técnica de cepillado  que cubra las necesidades de quienes llevan ortodoncia. Además, cuando se trate de brackets, el cepillado se debe hacer con suavidad, empezando por la parte frontal,  continuando con las zonas superior e inferior del bracket y prestando especial atención a la zona de la encía.
  2. Reveladores de placa. Se trata de productos muy útiles a la hora de seguir una rigurosa higiene dental. Los reveladores de placa tiñen los dientes, mostrando las zonas en las que queda placa que eliminar para así poder perfeccionar la limpieza de dichas zonas.
  3. Cepillos interproximales. Su forma y pequeño tamaño los convierte en la mejor herramienta para eliminar los restos de alimentos en las zonas de contacto de los dientes y en zonas de los brackets de más difícil acceso.
  4. Hilo dental. Ayuda a la limpieza de los espacios interdentales. Además, existen hilos diseñados para portadores de ortodoncias.
  5. Irrigadores bucales. Son aparatos de fácil manejo que ayudan a la limpieza de la boca mediante agua a presión.

Las enfermedades orales más frecuentes

A continuación te explicamos las cinco enfermedades orales más comunes.

La caries dental provoca la destrucción del tejido dental como resultado de la des-mineralización de este provocada por los ácidos que originan la placa bacteriana.  La caries dental es una enfermedad crónica contagiosa, infecciosa y multi-factorial, es decir, en su aparición intervendrán factores como la alimentación, la estructura dental, el tiempo y la higiene.

La gingivitis es una patología oral inflamatoria generalmente provocada por la acumulación de la placa bacteriana o sarro. Esta puede provocar principalmente, además de la inflamación un sangrado de encías, dolor o malestar en las encías, Halitosis o mal aliento y Caries (por la acumulación de placa bacteriana)

La periodontitis es una patología inflamatoria e infecciosa crónica, resultante en muchas ocasiones de una gingivitis no tratada, que provoca la pérdida de las estructuras de soporte dental, entre ellas la pérdida o re-absorción del hueso alveolar.

La candidiasis es un  proceso infeccioso por hongos (Cándida Albicans) que podrá afectar a las mucosas orales, cara interna de las mejillas, paladar y esófago. Se manifiesta con un enrojecimiento de las mucosas y un puntilleo blanco. Hay sensación de irritación, ardor y/o picor, sangrado leve de las lesiones si se frotan y pérdida del gusto.

El bruxismo es el acto o para-función de apretar o rechinar los dientes sin un propósito funcional, de forma consciente o inconsciente, diurna o nocturnamente.

recuerda que tener unos correctos hábitos de higiene buco-dental, visitar periódicamente a nuestro dentista, mantener una alimentación sana es fundamental para tener unos dientes sanos, fuertes y bonitos.

 

Signos y síntomas del diente fisurado

 

Las fisuras dentales son pequeñas grietas o agujeros que surgen en la superficie dental. En la mayoría de casos las fisuras son tan pequeñas que resultan imperceptibles. En este caso una radiografía dental puede ayudar en el diagnóstico. En algunos casos también se pueden detectar en una exploración profunda en la consulta.

Los síntomas de una fisura dental son diversos y tienden a confundirse con los de otras patologías. Suele presentarse un dolor agudo al morder los alimentos o al injerir bebidas muy frías. También puede sentir dolor al realizar movimientos concretos con la mandíbula. Esta patología se caracteriza por la aparición de un crack o fisura con fractura posterior de los dientes.

Los signos y síntomas más frecuentes del síndrome del diente fisurado son:

  1. Dolor súbito, agudo al masticar o al morder.
  2. Paciente de más de 20 años. La mayor prevalencia es entre los 30 y 60 años.
  3. Respuesta positiva a los tests vitales; reacción exacerbada al frío.
  4. Los síntomas pueden estar presentes por periodos que oscilan entre semanas y meses.
  5. Normalmente difícil localización del diente afectado.
  6. El dolor puede aparecer al ocluir y en movimientos excursivos.
  7. Las líneas de fractura se distinguen bien clínicamente con magnificación y transiluminación.
  8. La radiografía no suele mostrar alteraciones.

Si tienes alguno de estos síntomas no dudes en venir a Liandent para poder ayudarte y resolver el problema.

 

¿Por qué es importante cuidar los dientes de leche?

Los dientes primarios o “de leche” son temporarios, pero extremamente importantes para el desarrollo de los niños. Las primeras piezas dentales comienzan a tomar forma en el vientre materno, y suelen aparecer en la boca del bebé a los 6 o 7 meses de edad y el último diente entre los 2 años y medio y 3 años de edad.

Es importante que se mantengan saludables pues, aparte de contribuir con la salud general, también cumplen varias funciones mientras guardan el lugar a los dientes permanentes. Acá te aclaramos algunas funciones de los dientes de leche.

Alimentación: una buena digestión y por ende alimentación, comienza con la masticación; los dientes de leche ayudan al bebé a masticar (triturar) sus alimentos, además de ser un buen ejercicio para fortalecer toda la boca y poder pronunciar bien las palabras. Luego cuando se cambie por la dentadura permanente, continuarán con esta función.

Pronunciar las palabras (fonación o articulación de palabras): para aprender a hablar correctamente se debe pronunciar bien. Los dientes de leche permiten la coordinación entre la lengua y los labios, para poder tener una buena dicción, de lo contrario se requerirá tratamiento con un fonoaudiólogo.

Desarrollo de los maxilares: si no tiene dientes de leche, el niño no podrá masticar sus alimentos y el hueso maxilar no se desarrollará ni crecerá (entre los 2 y los 5 años se produce el mayor crecimiento). Cuando se mastican los alimentos, se estimula el crecimiento de los maxilares – incluso los bebés tienen instintivamente esta función aún antes de que le salgan los primeros dientes, cuando muerden sus juguetes.

Por todo esto, si no son cuidados, los dientes primarios pueden producir tratamientos de costo elevado, disminución del crecimiento y desarrollo de los huesos de la cara, desórdenes gastrointestinales, dificultades en la comunicación y el habla, pérdida dentaria prematura con dificultades masticatorias, mal posición dentaria, pérdida de espacio para dientes sucedáneos, pérdida de autoestima y daños a la dentición permanente, además de problemas en la alimentación, malnutrición, procesos dolorosos e infecciosos.

Al cuidar los dientes del niño, los padres contribuyen a la salud general de su pequeño.

¿Para qué existen las muelas del juicio?

Las muelas del juicio son el molar más atrasado. Lo normal es que las muelas del juicio aparezcan en edades comprendidas entre los 17 y 25 años de edad. La mayoría de adultos posee cuatro muelas del juicio, pero es posible tener menos o incluso tener más, aunque este segundo caso suele ser poco habitual. En dicha situación, se denominarían molares supernumerarios.

El principal problema que pueden provocar las muelas del juicio no es el terrible dolor que nos pueden hacer padecer. Sino perjudicar el correcto posicionamiento del resto de dientes de nuestra mandíbula, y que los desplacen o desvíen de alguna manera. Si no hay espacio en tu boca para que las muelas del juicio puedan salir, estas causarán un daño al empujar los demás dientes. Requiriendo el uso de ortodoncia para sea posible de corregir.

Es curioso observar que la genética actúa de manera muy significativa en las posibilidades que tenemos de desarrollar las muelas del juicio. Así por ejemplo en Tasmania es prácticamente imposible encontrar a alguien que las desarrolle, mientras que en México, cerca del 100% de la población las acaba padeciendo tarde o temprano.

Se cree que esta “mutación” tiene como origen el antiguo imperio Chino, y que su transmisión se realizó al resto del mundo en el periodo de Carlo Magno. Para comprenderlo de un modo sencillo, podemos decir que las complicaciones derivadas de las mueles del juicio dependen de cuanto y en que dirección crezcan.

En caso de que crezcan en una dirección desviada, se crea un opérculo, que consiste en un trozo de carne que cubre la muela y que puede causarnos un terrible dolor. Este bulto o puente de carne está constantemente bajo presión, porque choca con la parte superior de nuestra mandíbula ya que en teoría nuestro molar superior debería encontrarse con nuestro molar inferior, en lugar de una superficie blanda y bastante sensible como puede ser el opérculo.

El odontólogo estudiará la situación atendiendo a la profundidad de la desviación, de su dirección, del espacio disponible para el crecimiento del diente, la cantidad de diente que está cubierta por carne y el dolor que esto suponga al paciente.

Con ello será capaz de estimar posibilidades de complicaciones mayores y de infecciones de boca, para decidir si es recomendable aplicar una extracción de las muelas del juicio o no. No obstante, la decisión final será siempre tomada por el paciente, una vez haya escuchado las recomendaciones oportunas que su profesional de confianza le haya comentado.

A estas alturas es posible que pensemos que el mito es cierto, la función de las muelas del juicio no existe y estas sólo nos traen cosas malas y no tienen ninguna función práctica buena. Es innegable que los inconvenientes son mayores a los beneficios, pero a todo se le puede buscar el lado positivo. Los terceros molares pueden resultarnos muy útiles si salen correctamente y desempeñan un papel en tu oclusión. Pero si no tienen espacio para salir o están mal posicionado, lo mejor es hacer su extracción.

Cuando sufras de dolor de muelas del juicio, recuerda debes acudir a tu dentista lo antes posible. En Liandent recomendamos que hagas revisiones periódicas con tu dentista para detectar posibles complicaciones que puedan originar las muelas del juicio. El tratamiento preventivo es lo mejor ya que te evitará pasar por los problemas que pueden ocasionar si no tienen espacio para erupcionar en tu boca.