Conocida también como clase I, se produce cuando los dientes superiores e inferiores encajan perfectamente. Es la mordida correcta, por lo que, en estos casos, no hay que llevar a cabo un tratamiento corrector.
De todos modos, recuerda que una boca que no muerde bien puede generar a lo largo de los años desgastes dentales, encías retraídas, caries, problemas articulares y molestias que afectan a la calidad de vida.